La educación es un diálogo
La educación es un diálogo.
No un monólogo, no una lista de órdenes con fecha de caducidad, ni un manual con fórmulas mágicas.
Es una conversación que a veces tropieza, otras se ríe, y casi siempre nos pone frente al espejo.
Educar es escuchar y también equivocarse, es preguntar más de lo que se responde y es aprender con cada respuesta inesperada.
Educar es aceptar que no siempre tenemos la última palabra, porque el eco del otro también educa.
Yo educo, sí. Pero también aprendo. Porque solo cuando me dejo enseñar, la educación cobra sentido.
Diálogo al Amanecer

